Observarte, en tus viajes oníricos, es un bello delirio, como tatuarse en la mente, todas las maravillas habidas. Tocarte, es la locura encarnada, como si nadase en un océano turquesa; besarte, es elevarse más allá de lo existente mientras se toca lo metafísico, lo lejano, lo imaginario... Amarte, es el sueño apoteósico -cumplido- de este alquimista.
photo by Ragnarok n' Roll |
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